Creo que Trabajar la flor es mucho más que una profesión, es un viaje idílico a través de los sentidos, es la expresión del amor y un canal de comunicación.

Dejemos fluir nuestra energía creativa. Juntas vamos a formar el tándem perfecto que los novios necesitan.

Mi propósito es ayudarte a ti, Wedding Planner, a transmitir la personalidad única de cada uno de tus novios a través de una decoración floral memorable y creativa.

Quiero ser mucho más que una decoradora floral, más que un proveedor, quiero ser tu aliada a la hora de organizar bodas espectaculares.

Mi mayor motivación es que disfrutes del proceso creativo, que te sientas segura y que trabajes con la tranquilidad, de que el día del enlace, todo va a salir según tus planes.

Soy consciente de que tienes que depositar toda tu confianza en mí, que hasta el día de la boda, no puedes estar segura al 100% del resultado. Por eso, mi trabajo va mucho más allá de conseguir una u otra flor.

Tú y yo tenemos mucho más en común de lo que imaginas. Y soy consciente de que estos son algunos de los miedos a los que te enfrentas como wedding planner:

  • Incertidumbre a la hora de contratar a nuevos proveedores.
  • Miedo a no estar a la altura de las expectativas de los novios que te contratan.
  • Nervios por lidiar con la incertidumbre.
  • Necesidad de control.

Y lo sé, porque he estado ahí, lidiando con esos mismos miedos, ya no como decoradora floral, sino como wedding planner durante 5 años. (te lo cuento todo un poco más abajo en mi historia personal).

Mi gran reto es hacerte disfrutar de todo el proceso y generar un sentimiento de confianza y seguridad en mi trabajo.

Es darle forma a todas las ideas y bocetos que están en tu mente, es construir juntas, es compartir los mismos valores y el mismo sentimiento creativo.

Éste es mi proceso de trabajo:

Llamada inicial y agendamos fechas.

Presupuesto inicial, en donde vemos la idea, el diseño y buscamos la flor adecuada.

Visita del espacio, junto con los novios, donde conozco más cerca sus gustos y esencia.

Presupuesto final.

Prueba de ramo.

Repaso final (15 días antes del evento) ¡No puede faltar nada!

Montaje de la boda. ¡Es el día!

¿quieres saber más acerca del proceso de trabajo? Descárgate este pdf, en el que te lo cuento todo más detalladamente.

Cómo pasé de regentar la flori familiar, a organizar más de 15 bodas en un año para, finalmente, convertirme en la Florista de las Wedding.

Este es mi proceso de reinvención y quiero compartirlo contigo.

Dejemos fluir nuestra energía creativa. Juntas vamos a formar el tándem perfecto que los novios necesitan.

Fui una niña criada entre pétalos y flores, entre aromas y colores. Una niña que creció dentro del negocio familiar que su madre construyó desde la nada y que ella soñaba con mantener y preservar.

Entre violetas, lilas y malvas, fui creciendo, aprendiendo y embelesándose cada vez más con el arte de la flor.

Transcurrieron los años y contra la voluntad de algún que otro familiar, quise perpetuar la tradición familiar, me formé en decoración floral y comencé a capitanear La Flori familiar.

Mi nombre es Natalia y soy una mujer enamorada de la flor y del amor.

Gestionando la Flori familiar poco a poco me fui acercando más y más al mundo de las bodas.

Me especialicé en la decoración floral de eventos nupciales y casi sin darme cuenta, me encargaba de la organización integral de muchas de las bodas en las que me contrataban como proveedor floral.

Cuando trabajas desde tu pasión y amas lo que haces, supongo que eso se transmite. Mi conexión con los novios iba mucho más allá de la flor.

Pero de repente, la vida hizo de las suyas y las cosas se torcieron en el negocio familiar. Desavenencias, malos entendidos, cansancio acumulado de años de trabajo..

Así que, de pronto, me vi con tres pequeñas y 15 bodas por organizar, en plena crisis personal y profesional.

Iba a rendirme, pero gracias a las sabias palabras de un proveedor amigo, decidí no abandonar.

Lo que parecía el fin de una etapa no era más que el principio de una nueva aventura en mi vida.

Lo que parecía el fin de una etapa no era más que el principio de una nueva aventura en mi vida.

Después de gestionar con éxito las 15 bodas que tenía, me formé como Wedding Planner con Bodas de cuento, y junto a la que era mi socia en aquel momento, durante 5 maravillosos años Capitaneamos juntas, Natalias Events mi empresa de organización de bodas y eventos.

Jamás me he conformado, mi gran sueño era organizar bodas especiales, con alma y lo más importante, que transmitieran toda la personalidad de los novios para que se sintieran identificados.

Durante mi etapa como Wedding Planner aprendí una gran lección:

La importancia de rodearme de un equipo de profesionales, que vibren con la misma energía que yo, que pueda confiar en ellos y que me quiten trabajo y no que me den más por su falta de profesionalidad.

Profesionales que me ayuden a conseguir mi misión.

Pero… Como en toda bonita historia, siempre hay grandes peros, cuando todo parecía ir sobre ruedas, la vida me volvió a golpear bien fuerte.

Separación matrimonial, separación profesional de mi compañera y pandemia que te crió para toda la humanidad. Caldo de cultivo perfecto, para otra gran crisis personal y laboral.

En medio de esta vorágine de sentimientos y situaciones, el universo puso en mi camino, a alguien que lo iba a cambiar todo, a la persona que me impulsó a ser lo que de verdad quería ser. La que me ayudó a aterrizar todas mis ideas y a tomar decisiones complicadas en mi negocio.

Apareció Cecilia Casals de “Emprender desde dentro” e hizo que me sumergiera en la profundidad de mi alma, me ayudó a ser consciente de que gracias a las grandes crisis nacen grandes oportunidades.

Empece su programa. Y me adapté a las circunstancias. Volví a la Flori familiar, tomé el control de nuevo (aprovechando además la oportunidad de que en plena pandemia, flores era lo que más se podía regalar) Y me tomé mi tiempo para reflexionar.

Me prioricé, escuché la voz de mi corazón y empecé a ser fiel a mi misma.

¿Por qué elegir entre dos profesiones si puedo unir en una lo que más amo de ambas?

Gracias a Ceci, descubrí que mi verdadero propósito era ayudar a otras wedding planners a crear una decoración floral que cause el efecto wow en sus novios. Y que eso lo conseguiría gracias a mi experiencia como decoradora floral, pero lo más importante, gracias a mi experiencia como wedding planner.

La consecuencia de todo esto, es que hoy esté aquí compartiendo mi historia contigo. Y lo que tengo claro, es que después de todo el camino recorrido y todo lo vivido hasta llegar aquí, quiero disfrutar haciendo lo que hago y para ello, es necesario, de rodearme de profesionales que vibren con mi misma energía.

Aquí me tienes, para crear juntas experiencias mágicas, creativas y que cautiven a novios e invitados.

¿Y cómo se forja una amistad y colaboración fructífera? Desde la sinceridad, así que voy a ser muy honesta desde el principio.

NO TRABAJO CON WEDDINGS QUE:

Mi manifiesto:

Creo que las flores te hacen más feliz, potencian tu creatividad y te levantan el ánimo.

Creo en el trabajo en equipo, en el poder de la empatía y en el poder sanador de una sonrisa.

Creo en el valor de lo genuino y auténtico, mezclando la tradición floral con la innovación.

Tengo el sueño de impresionar a cada una de las personas con las que trabajo con mis creaciones. Adoro e factor sorpresa y el dejarte sin palabras.

Creo en el poder de la decoración floral para expresar la personalidad de cada pareja.

Creo en el lenguaje de las flores para expresar emociones, para aportar belleza, felicidad, elegancia y estilo.

Disfruto como una niña decorando las bodas, me hace feliz ser parte de un día tan importante en la vida de las personas.